EDUCAR PARA TRANSFORMAR
Presentación: La dinámica interna de los centros
Autor: Juan Carlos Torrego Seijó
La dinámica interna de los centros educativos

Torrego J.C. Y Moreno J.M. (2003). Convivencia y disciplina en la escuela: el aprendizaje de la democracia, Madrid, Alianza
"El puente" ....una invitación a la reflexión....
Crear hoy las escuelas del mañana
Considerar el centro educativo como una organización nos permite reflexionar respecto de cómo este aborda o trabaja sus fines, ya sean educativos, didácticos o de gestión, como los definen, como reflexionan al respecto sobre ellos como organización; y como en conjunto (si es que lo hacen) avanzan hacia las finalidades que persiguen. Identificando de esta manera la naturaleza organizacional del centro, sus planteamientos y cultura (siendo esta última la más difícil de cambiar, pues implica un cambio de mentalidad de las personas que componen las organizaciones, lo que generalmente se constituye en la tarea más compleja de desarrollar, especialmente cuando trabajamos por el cambio).
Cuando observamos un centro y lo observamos en su “totalidad”, es inevitable que también observemos su “disgregación”, y es en ese sentido que podremos identificar que nuestros centros educativos, con frecuencia, se encuentran organizados en una diversidad de departamentos, ciclos, cursos, aulas entre otros y que esta diversidad, frecuentemente, se observa inconexa entre si, a partir de la idea fragmentaria que hemos instalado de nuestro propio quehacer, y que aporta discrepancias profundas y en ocasiones fuertes contradicciones al hacer pedagógico cotidiano, interviniendo, incluso, en el desarrollo de los procesos de gestión propios de cada institución, por lo que en este sentido se requiere de una fuerte, permanente y seria actividad coordinadora, que no siempre ocurre en nuestras instituciones, cuestión que se refleja claramente en las dinámicas de relación que en ellas se tejen. Descuidando así tres principios esenciales en nuestro quehacer como son finalidad – sistematicidad – coordinación, y haciéndonos proclives, de esta manera, a la desestructuración de nuestra propia organización.
Hoy en día las organizaciones tienden a ser consideradas sistemas sociales, lo que coloca el acento, fundamentalmente, en ciertos aspectos propios de la organización referidos a la profunda relación con el entorno o la apertura a este, la estrecha interdependencia e interacción de los componentes de la organización, la existencia de ámbitos de relación formales e informarles y que constituyen la complejidad de la organización propiamente tal, y por último, el dinamismo que constituye y caracteriza a sus procesos. Esto implica a su vez enfatizar que toda organización es abierta a su entorno y por ende debe estar en profunda relación con él, adaptándose a las necesidades, demandas y exigencias de éste y fundamentalmente al cambio como única posibilidad de permanecer como organización propiamente tal. Por tanto debe dar respuesta de alguna u otra manera a la sociedad de la cual es parte, a sus finalidades y expectativas, así como también al propio sistema educativo del cual también es parte integrante y del que recibe orientaciones y exigencias específicas para su quehacer; el reconocer estos vínculos es lo que permite al centro incorporar la perspectiva de globalidad necesaria para, de alguna u otra manera, responder a los problemas que la educación hoy en día plantea (no solo referido a la contingencia, a lo inmediato, sino de manera profunda a los cuestionamientos filosóficos, éticos y morales que hoy se instalan como reflexión necesaria y urgente, frente a nuestro actual sistema educativo y que nuestros propios estudiantes han colocado en el tapete a partir del movimiento estudiantil que en nuestro país se viene desarrollando).
Considerar además la microsociedad a la cual se pertenece con sus características y sellos propios, a nivel socio económico y cultural, sus experiencias y expectativas concretas y las posibilidades que ofrece, es lo que permite al centro educativo construir identidad y abrirse sobre todo a los niños, niñas y jóvenes que en el han de educarse. Desarrollando, a partir de ello, el principio de adaptabilidad, flexibilizando ante la realidad circundante y cambiante que lo rodea, favoreciendo de esta manera la adaptación a las nuevas situaciones que se le plantean permanentemente.
Cada una de las dimensiones o propiedades antes mencionadas, de alguna u otra manera, nos van dando cuenta de la complejidad que representan en sí mismas las organizaciones y en especial aquella que aborda la interacción permanente que existe entre la estructura formal de las mismas y las estructuras informales actuantes en ellas, muy vinculadas al rol y a la interpretación que hacen las personas que en ellas participan y que dan cuenta de las dinámicas internas que en ellas se generan. Por ende el peso que el mundo personal tenga en la organización es lo que aumentará su complejidad, y es a partir de esto mismo que podemos afirmar que las organizaciones educativas son organizaciones altamente complejas y que por lo mismo, constantemente deben trabajar el principio de equilibrio con su entorno, es decir la adaptación, así como también, trabajar el equilibrio interno, vale decir, trabajar los objetivos de la organización, abordar la función nomotética, y los objetivos propios de las personas y colectivos que la componen, es decir, abordar la función ideográfica, donde cobra especial importancia el rol de la mediación entre los diversos componentes y fines de la organización y de las personas.
Asterix y Obelix
La casa que enloquece
Enseñantes, alumnado y familia: Aproximación a la dinámica interna del sistema educativo.
Celedonio López Peñate
Bolívar (1997). Liderazgo, mejora y centros educativos. En A. Medina (coord.): El liderazgo e1n educación. (pp. 25-46). Madrid: UNED.
El movimiento teórico - práctico de mejora de la escuela. Algunas lecciones aprendidas para trasformar los centros docentes.
F. Javier Murillo Torrecilla
En la actualidad estamos frente a un nuevo escenario social y educativo bastante complejo, caracterizado por la democratización, la inmigración, la extensión del sistema obligatorio de enseñanza, las exigencias de preparación para un mundo cambiante, la redefinición del papel de la familia y el profesorado, un contexto socio - político y económico caracterizado por el libre mercado, la presencia de una sociedad llamada del conocimiento, la desregulación de la educación, entre otros factores que nos exigen cambios y nuevas predisposiciones en nuestra actuación como seres humanos integrantes de una sociedad.
Se suma también a todo esto, la sobrexigencia del profesorado por parte de esta sociedad, que delega en él todo tipo de responsabilidades educativas, al mismo tiempo que la percepción de este profesor que no se siente preparado para atender esta función educativa.
Y como consecuencia de ello surge un aumento de la sensibilidad de atender y prevenir todo tipo de problemas y conflictos asociados con la convievencia y el conflicto escolar, generando así un debate positivo y necesario en educación, especialmente sobre el tipo de aprendizaje que necesitan hoy nuestros estudiantes como particopantes activos de la sociedad del mañana.
Aprendizaje social y emocional: las habilidades para la vida.
La revolución educativa
Nuestras organizaciones educativas y su cultura necesitan un cambio, que sitúe su centro de atención en la organización propiamente tal, observando la interacción entre sus estructuras formales e informales (las que son finalmente responsables del hecho educativo) y la cultura escolar como núcleo de la organización escolar, de manera que las prácticas y procesos escolares avancen hacia el logro de aprendizajes significativos, transformando el proceso educativo, abordando el aprendizaje como una construcción social que se realiza dentro de la escuela durante el proceso de enseñanza aprendizaje.
Esto necesariamente implica un cambio en la mentalidad de las personas, pues cada cual interpreta y adapta a su personalidad, su rol en la educación al ejecutarlo, lo que puede enriquecer este rol o definitivamente restringirlo y empobrecerlo, causando un choque de intereses entre la personalidad del individuo, su función y la organización.
Esto da paso al cuestionamiento y reflexión permanentes sobre el estado en que se encuentra el rol del profesor. ¿Debe responder a lo que la norma, el sistema nos señala como pertinente o adecuado, regulando nuestro actuar a aquello? O ¿debiese responder a nuestra creatividad, a nuestra capacidad de observación del entorno, a nuestro espíritu indagativo, a nuestra capacidad y necesidad constante de innovar?
Entrevista a Francesco Tonucci: La ciudad de los niños.
Como debe ser la escuela del mañana: Francesco Tonucci
El mundo con ojos de niño.
Frato
No vale la pena vivir para ganar, vale la pena vivir para seguir tu conciencia.
Eduardo Galeano
Jaume Barberà, director y presentador del programa "Singulars", entrevista a Eduardo Galeano. En su extensa obra, el escritor uruguayo ha mezclado todos los géneros con un objetivo claro e inamovible: denunciar los abusos del poder y reclamar la dignidad de los ciudadanos anónimos.
23/05/2011 - Canal 3 - Televisión de Cataluña S.A
Presentación de Artículo“El Maltrato entre Iguales”Abad, J. (2008) Capítulo 9: El maltrato entre iguales:Prevención e intervención en los centros educativos, en Torrego, J.C. (coord.) El plan de convivencia. Editorial Alianza – España.
Educar y orientar con ojos de niño
En una entrevista concedida a una revista italiana el año 2009, James Heckman, premio Nóbel de Economía del año 2000, comenta: "En Holanda el 3-4% del PIB se invierte en programas de formación activa para el trabajo, pero si analizamos los beneficios económicos, constatamos que son nulos. El motivo es que esta medida llega demasiado tarde para encontrar el método adecuado que permita resolver el problema. Hay que solucionar los problemas desde el momento en que aparecen”.
Para preparar mi participación en este congreso formulé la siguiente pregunta a Federico, mi sobrino de 23 años, que con 19 años finalizó la escuela media superior y actualmente se encuentra en situación de desempleo:“Si pudieses elegir, ¿a qué te gustaría dedicarte?” Lo piensa un largo rato y no sabe qué responder. Tras insistir, me dice: “Piloto aéreo”. Después le pregunto “Pero ¿para qué trabajo crees tener más capacidades?” De nuevo tras un largo silencio, me contesta “Para director de teatro”. Es interesante constatar que con 23 años no tenga una respuesta, como si nunca se hubiese parado a pensar o nadie le hubiese ayudado a pensarlo; me pareció que las dos respuestas eran tremendamente infantiles.
La primera, piloto aéreo, es una respuesta típicamente infantil, la de un niño que proyecta sus sueños y deseos; la segunda estaba ligada a su última experiencia laboral, el mismo día en que le formulé la pregunta, como ayudante de un director de teatro.Con 23 años Federico no había hablado nunca de estos trabajos, y no había hecho nada por convertirlos en objetivos concretos. Por último, le pregunté si la escuela le había ayudado en algo a elegir. La respuesta, esta vez, fue inmediata:
“No, lo único que hizo la escuela fue llevarnos de visita a escuelas superiores cercanas cuando estábamos en Secundaria (13 años)”.
Franco Tonucci
A partir de la constatación de la soledad de la infancia, se ponen de relieve los efectos perversos de la ciudades que ignoran la existencia de numerosos ciudadanos, niños y niñas, que viven en ellas. Se proponen estrategias prácticas, que les otorguen un papel activo y protagonista. En el Anexo, se explica cómo en Fano, ciudad natal de Francesco Tonucci, se lleva a cabo la tentativa de pasar de la teoría a la práctica en la búsqueda de una ciudad educadora.
La Dinámica interna de los centros educativos
“La educación debe tener presente estas relaciones y determinar cómo las condiciones estructurales de la sociedad influyen en el proceso educativo.”
Henry Giroux
Cuando hablamos de las instituciones escolares o de los centros educativos estamos haciendo referencia a una organización que se identifica con un grupo humano, como una formación social, que tiene unos fines y objetivos específicos, hacia donde camina de manera conciente, como un primer gran elemento. Presenta, además, una configuración racional que se expresa en las funciones, órganos, recursos y relaciones que establece en pos de la consecución de sus objetivos, representando de esta forma su estructura la que se constituye en su segundo gran elemento. Todo esto forma una totalidad articulada que supone la existencia de relaciones o dinámicas internas de carácter formal pertenecientes al ámbito de la estructura, así como también de carácter personal e informal, las que constituyen el sistema relacional y que conforman el tercer gran elemento de una organización, aspecto en el que profundizaremos durante el desarrollo de este bloque de trabajo.
Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas.
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio.
Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?
UBUNTU, en la cultura Xhosa significa:
“Yo soy porque nosotros somos.”
Otro elemento indispensable de analizar en este ámbito es el dinamismo de las organizaciones educativas, visualizado así la flexibilidad que estas requieren para dar respuesta a los cambios constantes del mundo exterior; el equilibrio que se requiere para percibir y resolver las tensiones entre los distintos elementos de la organización y por último la versatilidad que implica la adaptación a través de diversas formas de organización, nuevos objetivos, proyectos y situaciones, que es talvez la exigencia más alta con la que el contexto actual emplaza a las organizaciones educativas de hoy. Exigiendo cambios en las formas de hacer y de pensar la educación y sobre todo exigiendo ajustes de estas formas al contexto específico de cada organización, derrocando de esta manera la uniformidad como visión y eje orientador del trabajo educativo que se ha mantenido tan bien instalada en nuestro sistema hasta ahora, e invitando a los centros educativos a buscar su propia identidad, a identificar y responder a sus propios problemas y necesidades. Desarrollando así un mayor margen de autonomía que avance de manera decidida hacia la innovación y pertinencia de las propias acciones.
Es urgente, entonces, avanzar desde esa estructura, eminentemente burocratizada, que apunta a la educación de masas como respuesta a la tarea social compleja de la escolarización universal; y cuyas funciones están claramente delimitadas, al punto que se perciben como fijas, basada en los principios de jerarquía y orden como componentes vitales del sistema y cuya administración se sustenta en reglamentos escritos y componentes altamente impersonales, que propenden a la conformación de una organización de estructura impuesta, propia del modelo industrial, y que en la actualidad solo genera disfunciones y provoca consecuencias negativas para la organización escolar, como lo son la falta o ausencia de compromiso de sus participantes, la falta o ausencia de identificación y la perdida de foco en la consecución de los objetivos que la guían, reforzando de esta manera la alta resistencia al cambio que observamos hoy en muchas de nuestras instituciones educativas (escolares y de educación superior).
Ese no es mi problema
Sin embargo, a pesar de la rígida estructura que aún se encuentra impuesta en nuestras escuelas, no es extraño notar la fuerte desestructuración que esta sufre. Y aunque la afirmación suena contradictoria, no es extraño observar también que la mayoría de nuestras escuelas tienen finalidades muy difusas, que sus resultados son ambiguos y difíciles de cuantificar, que la concepción de poder que manifiestan y desarrollan en ellas es más bien vertical y de abierta dominación sobre el otro, lo que inevitablemente provocara incoherencia, autocomplacencia y ausencia de reflexión en muchos de nuestros centros educativos, debilitando, de esta manera, su cohesión como organización y obviamente acentuando el conflicto. Es necesario entonces comprender que debemos invertir o cambiar las lógicas de poder con las que nos movilizamos, incrementar los márgenes de autonomía y autoorganización con los que operamos, así como también, incrementar el reconocimiento de los mismos, atreviéndonos en definitiva al cambio, a transitar por caminos alternativos y contextualizados a nuestras propias realidades y singularidades, abordando el conflicto como una oportunidad de participación y cambio de cultura dentro de nuestras organizaciones.

Si consideramos esta visión, entonces, debemos observar el centro educativo como una comunidad, es decir, como una estructura que requiere de una mayor participación de todos sus actores, caminando al sentido de una solidaridad natural, donde los procesos de formación y aprendizaje exigen un trabajo conjunto entre profesor y alumno a la hora de definir los objetivos a conseguir, planear las estrategias de aprendizaje, definir metodologías y consensuar formas de evaluación para hacer significativos los resultados, instalando la co - gestión del centro escolar, incrementando el compromiso y la identificación no solo de los alumnos y sus profesores, así como también de sus padres, como partes integrantes de la comunidad educativa, como agentes activos en la toma de decisiones, en el manejo de los recursos y en los procesos evaluativos del funcionamiento de la organización, instalando, entonces, la cultura de la participación y visualizando la organización como una organización comunitaria y democrática, respondiendo de manera concreta a la función de educación, formación y socialización que le ha sido encomendada a la escuela.
Siendo así, el guión que orientará la reflexión en este tercer bloque va ir dando cuenta, en un principio, del análisis y discusión respecto de la presencia de grupos en la organización escolar, su definición y los elementos que lo configuran, las fases de la vida de un grupo y el trabajo en grupo en la organización escolar, abordando en particular las habilidades y estrategias involucradas en ello. En un segundo momento se abordará el análisis y discusión respecto al concepto de habilidades y procedimientos de resolución de conflictos de convivencia y disciplina por parte del profesor, aspectos vinculados a la comunicación y las relaciones interpersonales, el rol del profesor y la resolución de conflictos y la relevancia educativa del conflicto de convivencia escolar. Por último, en un tercer momento se abordarán los modelos de regulación de la convivencia en los centros escolares sus características, ventajas y limitaciones y las líneas fundamentales de actuación educativa para el tratamiento de conflictos de convivencia escolar.
Diario de Aprendizaje: Bloque III
La Dinámica interna de los centros educativos
"Dejar tiempo a los niños por las tardes para que hagan cosas diferentes y luego tengan temas de conversación para hablar en clase. Esto requiere no mandar demasiados deberes, ya que pasan suficiente tiempo en el aula".
"Darle más poder y libertad a los niños; que éstos sean el centro de formación contando sus experiencias". Tonucci defiende esta idea en una entrevista publicada: “si los niños participan activamente en la gestión y en la toma de decisiones escolares, como la estipulación de las reglas que se aplicarán en los recreos, el niño no se sentirá esclavo, sino un ciudadano libre y soberano, uno de los objetivos que debe perseguir una escuela democrática”.
Afirma que si nos centramos en lo que se sabe hacer, mas que en lo que no somos capaces de llevar a cabo, tendremos niños mas motivados y menos frustrados que ayudarán a un futuro a crear personas más seguras de si mismas.
"El profesorado de este tipo de escuela debe ser capaz de promover todas estas ideas, apoyar el trabajo en grupo e incluir a la familia, la cultura… en la escuela".
"... los maestros deberían aprovechar los momentos de libertad y juego de los chicos para observarlos, ver los aspectos de su carácter y las actitudes que normalmente en clase no se revelan. (...) no para usarlas contra ellos, sino para conocerlos más".
Fuente texto: http://transformando-relaciones.blogspot.com/2012/09/como-deberia-ser-la-escuela-por.html
"Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable".
Eduardo Galeano
"Nunca había sido tan marcado el abismo entre dos generaciones. Mientras los niños de hoy hacen sus deberes con ayuda de Internet y crecen sumergidos en las redes sociales, los adultos y profesores siguen aplicando una educación anquilosada, basada en formas de vida de hace dos siglos, sometida a la presión de los resultados académicos y a las agendas políticas. Richard Gerver, uno de los líderes educativos actuales más inspiradores cree en devolver la pasión por la enseñanza a los profesores y el placer del aprendizaje a los alumnos. Aunque esto no será posible hasta que los jóvenes expresen lo que esperan del mundo y la educación les ayude a encontrar su lugar en la sociedad".


Jares X., (1993) El lugar del conflicto en la organización escolar. Revista de Educación, núm. 302
Mediación y tratamiento de conflictos desde un modelo integrado de convivencia en centros. Juan Carlos Torrego
Violencia, comportamiento antisocial y conflictos de convivencia en centros escolares. Juan Carlos Torrego
Fracaso escolar y exclusión educativa: ¿de qué se excluye y como? Juan M. Escudero Muñoz. Universidad de Murcia.
La formación del prfesorado ante los retos de la promoción de la convivencia y la prevención de la convivencia escolar. Juan Carlos Torrego
La disrupción y la gestión en el aula. Juan Carlos Torrego e Isabel Fernández
